El Anfitrión
Principal, Jesús! Lava nuestros Pies
Un acto de
compasión que demuestra el amor y humildad de Nuestro Señor Jesucristo.
Juan 13: 1-15 Jesús
lava los pies de sus discípulos.
En la antigüedad El lavar los pies a otras personas, era una de
las tareas más comunes en aquella cultura, por usar sandalias y solo existir
caminos polvorientos de tierra. El lavado de los pies a los invitados a la
mesa, era una tarea realizada por un
esclavo, tarea poco atractiva
que se ofrecía por el anfitrión a sus invitados, los medios de
transporte eran camellos, mulos, caballos y asnos; aunque primordialmente se
realizaba caminando.
No se necesita disponer de gran
imaginación para saber que los caminos estaban llenos de estiércol, los pies de
los viajeros se llenaban de excremento animal, al igual que con el polvo.
El lavar los pies a los huéspedes era efectuado por el esclavo de más bajo rango, pues significaba limpiar toda la suciedad de las calles, esa tarea era considerada por algo debajo de la dignidad del “buen hombre da la casa”.
Cuando observamos los pasos que Jesús realizó, podemos ver que no fue algo nuevo sino que era una costumbre que este tipo de hospitalidad a los huéspedes, pero de forma intencional él decide darle una enseñanza debido a la actitud de los discípulos , que estaba disputando quien sería el mayor entre ellos, y Nuestro Señor Jesús sabiendo quien era El, (v.3) Sabia que el Padre le había dado autoridad sobre todas las cosas y que había venido de Dios y regresaría a Dios, les enseñó en ese momento que a pesar de Ser el Señor, El lavaría sus pies con el objetivo de que un acto que era realizado por esclavos, El siendo El Señor le estaba demostrando con hechos el valorarse unos a otros.
Al meditar en la enseñanza de Jesús, les comparto que ver al Señor realizando este acto de amor y humildad, ha sido de mucha ayuda para entender y ver mi naturaleza pecaminosa, en buscar siempre mi propio bien antes que los demás, sin embargo la muestra de servicio y humildad de Jesús, a pesar de estar rodeado de la traición, envidia, egoísmo, orgullo e injusticia entre otras cosas y verdaderamente injusto lo que está experimentando, Él decide hacer el acto más vil de forma personalizada, es decir, el anfitrión, Lava los pies!
Rescato de esta hermosa enseñanza: · A pesar de las circunstancias que estemos viviendo, no agradable, todo aquello que nos indique que tenemos que dar sin recibir nada a cambio.
· Dejarnos guiar por el Espíritu Santo, quien en Su misericordia nos muestra la necesidad de una vida para lavar sus pies:
ü Ayudar aquellos que necesitan la guía del Señor para permanecer en Él.
ü Trabaja nuestra actitud de compasión y amor.
ü Identificarnos con Su obra, viendo la necesidad de nuestro prójimo como El desea que la miremos y ayudemos a su consagración.
ü El Dominio propio, es un fruto que podemos ver que Jesús cultivó ante los conflictos entre sus discípulos.
ü Los discípulos al no mostrar ninguna muestra de amor y compasión, fueron sorprendido con Nuestro Señor, como Anfitrión principal, sin importar su postura, demostró que no solo debemos sugerir hacer lo correcto, también debemos personalizar nuestro amor por los demás.
Luz Maria Henríquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario