Las rutinas son necesarias, tanto a nivel personal como a nivel social o de convivencia. Nos ayudan a organizar nuestro mundo y a los más pequeños les ayudan a sentirse seguros y a mejorar su relación con el mundo. A nivel cognitivo nos ayudan a mejorar nuestras capacidades ya que son puros aprendizajes. Es por esto que existen distintos tipos de rutinas como son las rutinas o hábitos de higiene, de vestido, de alimentación, de descanso, de convivencia y de orden.
◾Les ayuda a concentrarse en las actividades. Una vez hemos establecido las diferentes rutinas, el niño sabe lo que toca en cada momento y no tiene que preocuparse por qué va a hacer después y de este modo puede concentrarse en la tarea que tenga entre manos.
◾Les genera seguridad, ya que al hacer una actividad varias veces, se convierte en una actividad conocida.
◾Les sirve de marco temporal, ya que aunque no manejen aún el tiempo correctamente, les ayuda a saber qué hay antes, durante y después de esa actividad.
◾Les enseña a planificarse, lo cual se convierte en una base estupenda para los aprendizajes posteriores.
◾Les enseña responsabilidad ya que se hacen responsables de sus cosas, no delegando en otros.
◾Les enseña normas de convivencia.
Cómo ordenar las cosas puede ser diferente en cada familia o incluso en cada persona. Es decir, cada uno establece un lugar para cada cosa, según sus necesidades. No hay reglas escritas sobre esto. Sin embargo hay algunas reglas que nos ayudarán a establecer el orden en las cosas:
◾Organiza las estancias estableciendo un lugar para cada cosa y que todo esté al alcance de tu hijo, para fomentar de este modo su autonomía y que no tenga que depender de un adulto para conseguir aquello que quiere.
◾No le permitas amontonar las cosas.
◾Enseña a tu hijo a coger las cosas cuando las necesite, a utilizarlas y luego a volver a dejarlas en el sitio que les corresponde.
◾Establece reglas respecto al horario y a los diferentes límites de actuación que tu hijo tiene para que sepa en cada momento lo que puede y lo que no puede hacer. Al principio le costará entenderlo, pero con el tiempo le ayudará a convertirlo en rutinas.
◾Al principio debes de ayudar a tu hijo a recoger para servirle de modelado. También es una forma más de implicarte en sus actividades.
◾Conviértete en un modelo para tu hijo, recogiendo tú también tus propias cosas.
◾Al principio no le presiones. Dale la orden, pero déjale que poco a poco sea él/ella el que entienda que tiene que hacerlo y por qué. Cada vez lo hará más rápido y mejor. Recuerda que se trata de un aprendizaje.
◾No recojas por tu hijo. Si lo haces no verá la necesidad de hacerlo él/ella. Simplemente repítele la orden y avísale de que mientras no lo haga no podrá pasar a otra actividad.
◾Y refuérzale siempre que sea ordenado y recoja las cosas. Como apoyo podemos utilizar alguna canción que haga que la actividad sea más amena y divertida.
Las siguientes canciones se han venido utilizando desde hace muchos años.
Elige la tuya y diviértete con tu hijo realizando las tareas.
Todo está desordenado,
desarreglado, desparramado,
pero pronto volverá cada cosa a su lugar todos vamos a ayudar
A guardar, a guardar cada cosa en su lugar sin romper, sin romper que mañana hay que volver Lo que vuelve a su lugar es más fácil de encontrar y por eso ahora mismo vamos juntos a ordenar
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