jueves, 26 de abril de 2012

My Reedeemer Lives


El autor de la Salvación

      Jesucristo
La Ternura de la Rendeción se hacen evidente todos los días en los detalles de Tu Inmenso Poder que sigue demostrando que le quistate a aquel que tenía el  Imperio de la Muerte.

Gracias por Redimir mi vida Amado mío

Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;  pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo:

    ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
    O el hijo del hombre, para que le visites?
     Le hiciste un poco menor que los ángeles,  Le coronaste de gloria y de honra,
 Y le pusiste sobre las obras de tus manos;  Todo lo sujetaste bajo sus pies.

Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,

 diciendo:  Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
                            En medio de la congregación te alabaré.  
    Y otra vez:
                     Yo confiaré en él.  Y de nuevo: 
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Y librar a todos los que por el temor de la muerte estaba durante toda la vida sujetos a servidumbre.  

Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.  Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero,
Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Gálatas 3:12-14
Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham 
Isaías 29:22

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