martes, 24 de mayo de 2011

OBTENIENDO LO QUE QUEREMOS!

OBTENIENDO LO QUE QUEREMOS.

12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee
12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 
12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 
12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 
12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 
12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. 12:22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. 
12:23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. 
12:24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 
12:25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
12:26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? 
12:27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 
12:28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? 
12:29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 12:31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. 12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino
12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 
12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Existe una idea popular que anda flotando de cómo debemos obtener lo que queramos. Se le llama `` La Ley de la atracción’’ Tan sólo piensa en lo que quieres atraer y siéntelo, y ``la ley usará a las personas, las circunstancias y los evento y te imantará a ello’’. Esta filosofía de pensamiento positivo enseña que `` la energía’’  de tus pensamientos dominantes ``atrae’’ las circunstancias en las que te encuentras.
¡En ninguna parte de la Biblia encontrarás esa idea!
Como creyentes, tenemos buenas razones para ser positivos en nuestro pensamiento, pero eso se debe a que nuestro Padre Celestial entiende nuestras necesidades y las satisface.
Debido a que El se preocupa por nosotros, no tenemos que estar angustiados (Lucas. 12:29-30). La vida no consiste en la abundancia de los bienes que poseemos, (15), así que en vez de ello, hacemos que nuestra meta sea ser ``rico’’(s) para con Dios; (21). Lo hacemos buscando Su reino y  propósito (31) y acumulando tesoros en el cielo, no tesoros para nosotros en esta vida.
Jesús dijo: ``Mirad, y guardaos de toda avaricia’’ (15) porque un día, al igual que el rico insensato en la parábola en Lucas 12, lo dejaremos todo atrás. Allí es cuándo tendremos más de lo que jamás hubiésemos soñado. Mientras tanto, Dios promete ocuparse de nuestras necesidades, sin importar cuáles sean las circunstancias. Y eso no es ningún secreto.
Dios ha prometido suplir todo lo que necesitamos, no todo lo que queremos!
Ministramos ésta Alabanza al que es Todo En Todo. Te alabamos Señor!
Nuestro Pan Diario.
Edición anual

No hay comentarios:

Publicar un comentario