Los antecedentes de la conducta infantil
Como antecedentes, nos referimos a factores de la situación inmediata
que se producen antes de que el niño emita la conducta problema. Para
identificar los antecedentes es útil intentar contestar a preguntas tales como.
¿En qué momentos del día ocurre la conducta problema?
¿Ante quién la emite?
¿Qué tipo de
conflicto o situación existía inmediatamente antes?
¿Sabe el niño con
toda seguridad que conseguirá lo que quiere antes de emitir la conducta
problema?
Consecuencias de la conducta
infantil
Las consecuencias se refieren a lo que ocurre inmediatamente después de que el niño emita la conducta problema. Para identificar las consecuencias podemos intentar responder a preguntas tales como:
¿Cómo responden los
adultos a la conducta problema?
¿Cómo responden los
otros niños?
Como ya hemos expuesto con anterioridad, las consecuencias que siguen
o acompañan a una conducta son las que
determinan la probabilidad de que esa conducta se repita en el futuro.
En este sentido y teniendo en cuenta este principio, uno de los
caminos que podemos seguir para que cambien o desaparezcan las conductas
problemas de los niños consiste en la modificación
de las consecuencias que siguen o acompañan a esa o esas conductas problemas.
La
imposición de límites o consecuencias en el comportamiento
infantil no significa volver a
retomar las medidas educativas de tipo autoritario y tratar al niño con frases
del tipo: “¡Aquí mando yo y tú tienes que someterte!”. O bien: “Nada de
discutir. ¡Harás lo que yo diga!”. Poner
límites significa delimitar un marco referencia que ofrezca una orientación, pero
dentro de ese marco dejar la máxima libertad que sea posible y sensata. Todo
aquel que impone un límite corre el riesgo de tener resistencia en los mismos.
Si
los niños no pasan por la experiencia de los límites, es muy frecuente
que aparezcan luego aquellos problemas de comportamiento que tanto temen los
padres: su hijo pierde ilusión e interés por la vida de cada día,
comienza a tiranizar a los seres de su entorno con antojos y caprichos, se
comporta de una forma no respetuosa, o bien acaba por encerrarse.
¡Establecer límites en tus hijos, les traerá
seguridad en su vida presente y futuro!
Disciplina a tu hijo mientras hay esperanza,
Proverbios 19:18 b.